Texto por: Talía Benedicto
El mes pasado, hablamos con Rocío Gallardo, una de las artistas que ha participado en proyectos de Believe in Art y nos contó como era trabajar con nosotros. En esta ocasión, hemos querido saber cómo influye el arte en la vida de los pacientes y para ello hemos contactado con Patricia Ramírez.
Patricia Ramírez, mas conocida como @patri_psicologa, es una de las psicólogas más influyentes de España. Tiene un Máster en Psicología Clínica y de la salud y un Doctorado en el departamento de personalidad, evaluación y tratamiento psicológico de la Universidad de Ganada y, también, es escritora, conferenciante y divulgadora en diferentes medios de comunicación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado incluir el arte y la cultura en los sistemas sanitarios. ¿Cómo crees tú que puede afectar el arte en los pacientes?
Algo muy importante para los pacientes es que ellos estén anímicamente bien porque hay una conexión entre las emociones y nuestra salud física y mental. Si conseguimos que un paciente se encuentre optimista, relajado y con esperanza, va a afectar positivamente a la evolución en su enfermedad. Hay que cuidar de las emociones de los pacientes y una manera de cuidarlas puede ser a través del arte. Dentro de la rama artística, podemos pensar en la música, la expresión corporal o en la belleza que podemos sentir cuando vemos una obra de arte, toda eso produce emoción. Hay estudios que dicen que cuando empleas la música con pacientes oncológicos el nivel de percepción del dolor se reduce. Así que, todo lo que mejore su estado anímico y regule sus neurotransmisores va a hacer que el bienestar de esos pacientes mejore y puedan tener una estancia más serena, lo que va a repercutir en la mejora física, en la adherencia al tratamiento o en el progreso de como supera la enfermedad.
En países como Estados Unidos o Reino Unido si tienen programas de arte dentro de los hospitales, pero en España esto no ocurre. No se si es porque no está bien visto o porque ni siquiera lo llegan a conocer. ¿Tú que crees?
Yo creo que hay falta de información y falta de información científica. Tu puedes ir a un hospital y hablar con el gerente o con la persona que corresponde y decir que el arte es importante, pero cuando vamos con un respaldo científico detrás, que ahora lo hay, al menos con la música y la escritura, ellos pueden entender que eso va a afectar positivamente al transcurso de la enfermedad. Lo que ya no se es que si dentro de todas los factores que hay a la hora de elegir que cosas van a influir positivamente a la recuperación de una enfermedad, si van a elegirlo como una prioridad. Todo depende siempre un poco el coste que supone.
Estoy de acuerdo. Existen investigaciones como la del hospital Chelsea and Westminster Hospital, que descubrió que el trabajo de parto era dos horas más corto y se necesitaba menos anestesia cuando el arte estaba presente. Tu oyes esto y es algo que te impacta, pero que nadie conoce.
Claro, por eso es tan importante que la gente que esté interesada en implantar esta parte del arte, tanto como para que el paciente interactúe con el arte como para cambiar los espacios, sepan argumentar de una manera científica y solida estos beneficios para que el hospital entienda que esto no es un gasto, sino una inversión. Los espacios en los que nosotros vivimos o habitamos, y mientras tu estas de parto estas habitando ese lugar, esta claro que son generadores de emociones, nos afectan los colores, la disposición de los muebles, la cantidad de muebles que haya en un espacio. Hay una relación directa entre el ambiente y como el ambiente afecta a la conducta y a las emociones.
He leído en uno de tus artículos que la actitud es fundamental y que se puede entrenar. ¿Se podría entrenar a raíz del arte?
Sí, cuando tu entrenas la actitud, lo que estás haciendo es responsabilizarte un poco de las decisiones que tomas y como actúas frente a una situación. Yo creo que ese artículo no es tan aplicable para los enfermos porque la gente que está hospitalizada se siente muy vulnerable, entonces la actitud no es algo que siempre se disponga. Hay veces que tu actitud viene tocada por algo, por la enfermedad, por como están tus neurotransmisores… y si responsabilizamos a los pacientes de la actitud que tienen, los hacemos sentir culpables. Pero sí que creo que ellos si que pueden tratar de cambiar su estado emocional a través del arte. Todo lo que tiene que ver con pintar, escribir, hacer o escuchar música, bailar… todo eso puede ser muy sanador.
El estado de ánimo no lo es todo para curarse pero sí que ayuda mucho. Hay gente que dice que el optimismo está relacionado directamente con el cáncer, no es verdad. Igual que la ansiedad no te provoca cáncer, pero si es cierto que una persona que está anímicamente serena, que está optimista, se compromete más con su medicación, participa más en las cosas que le piden para curarse, es más activa en su autocuidado respecto a la enfermedad y esto si que ayuda a aumentar la probabilidad de sanarnos.
¿El ánimo de un familiar repercute en el paciente?
Sí, le afecta. Por un lado, cuando tu vas y te muestras nervioso el paciente puede pensar que está peor de lo que está, pero tampoco podemos engañar a los pacientes ni disimular nuestras emociones. Yo creo que a los que están encamados en un hospital hay que transmitirles serenidad, optimismo, mucha clama, trabajar con ellos la paciencia. Lo que menos necesita una persona hospitalizada es que le metamos presión: “a ver cuándo acaba esto ya”, “pues cuánto está durando esta terapia” o “yo no sé porqué no respondes”, este tipo de comentarios machacan al paciente y les hace sentir culpables por estar ahí dentro.
¿Y humanizar espacios puede ayudar al familiar y al paciente?
Normalmente los hospitales suelen ser un sitio incomodo para todo el mundo, sobretodo cuando tienes una larga estancia porque a los familiares también les obliga de alguna manera a cambiar sus rutinas y esto genera mucho estrés. De hecho, uno de los mayores estresores para las personas es tener que acudir a cuidar o visitar a alguien porque tiene que cambiar su rutina diaria. Entonces si tu creas un espacio para que los cuidadores y las familias se encuentren mejor, tu imagínate a una madre que tiene un hijo hospitalizado con larga estancia, que puede teletrabajar y que se puede llevar allí el ordenador, no tiene que renunciar a su trabajo mientras puede atender o acompañar a su hijo, pues la verdad que es de enorme valor para todo el sistema de la familia.
¿Los niños viven de otra forma el tener espacios con arte?
Para los niños es importantísimo porque se les está privando de una parte muy importante de su vida que son sus rutinas, su juego, sus amigos, el ocio… cualquier elemento que podamos introducir es un regalo. En el momento que tu llevas a un niño a hacerle una prueba y tiene pintada una historia en la pared y el niño se está fijando en la historia, se está distrayendo del dolor que le supone o la parte intrusiva de esa prueba, le estamos regalando a ese niño emociones.
Me imagino que eso también influirá en los padres.
Los padres sufren mucho con las enfermedades de los hijos, muchísimo, porque ahí hay un nivel de empatía tremendo porque cuando le están haciendo una prueba a tu hijo tu lo estas pasando fatal, entonces el saber que tu hijo está en un entorno más agradable, en el que va a salir de la prueba y te va a decir: “Mamá, había un cohete pintado, me han metido en una nave espacial”, es un alivio para cualquier padre que está pasando por ese trance.
¿Por qué crees que la labor que hace Believe in Art no la hace nadie más aquí en España?
Yo creo que es importantísimo el diseño de interiores en el ámbito terapéutico, de verdad, pero creo que todavía hay un gran desconocimiento y que como nuestros hospitales, ya antes de la pandemia, ya iban bastante saturados, médicos, enfermeros o gestores de hospitales, no tienen el tiempo de pararse a pensar como mejorar la estancia o la calidad de vida de sus pacientes, no se paran a pensarlo. Tiene que llegar alguien, abrirles los ojos, presentar documentación y conseguir que eso se convierta en una necesidad para el hospital. Hay que enseñarles que la gama pastel da una sensación de relajación y de intimidad, cosas de esas y si sabes que esa gama da intimidad, en un sitio como en un hospital que te sientes vulnerable, pues es muy importante.
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