Texto por: Talía Benedicto
Rocío Gallardo es una ilustradora argentina que reside en Zaragoza desde hace 7 años. Después de acabar Turismo, hizo Diseño Gráfico ya que le gustaban mucho la cartelería, la composición y las letras, según ella, “comunicar de alguna manera”. Y, al darse cuenta de que lo que más le gustaba era la parte gráfica, el dibujo, decidió estudiar ilustración. Para ella, el arte es comunicar lo que concibes como bello, y eso hizo cuando colaboró por primera vez con Believe in Art en la intervención del Juzgado de Menores de Zaragoza.

–¿Cómo conociste a Believe in Art?
-Me contactaron, porque claro, yo acá conozco gente, pero todavía no sé todo lo que pasa en Zaragoza, me van escribiendo y me voy metiendo en redes. Me escribió Bea, la directora de Believe, me comentó que le gustaba mi estilo para el Juzgado de Menores y lo que querían comunicar. Me encantó la idea y lo que hacía la ONG.
–¿En qué te inspiraste para diseñar el mural del Juzgado de Menores?
-Me comentaron que iba a ser para el Juzgado de Menores y que iba a haber, pues eso, menores, pero que no eran tan pequeñitos y, a su vez, me comentó la situación por la que tenían que pasar, de donde solían venir… Creí que tenia que ser algo que tuviera que ver con la familia o con estar juntos, entonces yo decidí que el mural tuviera personajes que se interrelacionaran y que se necesitaran entre sí, aunque no fueran tan parecidos. Dentro de todo hay un estilo y si que se parecen, pero que no pareciera que fuesen hermanos. Entonces por eso mientras juegan, están haciendo entre sí cosillas.
–El concepto era: juntos es mejor, ¿no?
-Claro, entonces por ejemplo hay alguien que está dibujando flores, pero a su vez necesitan ser regadas y otro está recogiendo el fruto de todo eso.

-Ese mural fue la primera intervención que se hizo después de la cuarentena, ¿cómo fue la experiencia?
-Con muchísimas ganas. A parte, estaba embarazada en ese momento de cuatro o cinco meses, estaba panzoncita, entonces estuvo muy guay subir a un andamio, ver gente, pero claro, todo con mascarilla, era muy raro. Estuve con un compañero, un voluntario de Believe y estar todos los días, tenías ganas de abrazarlo y no se podía, pero lo cogí con muchas ganas.
-¿No tuvisteis ningún impedimento por las restricciones?
-No, el lugar no estaba inaugurado todavía. Además, estábamos los dos solos, y encima del andamio, estábamos pintando separados, teníamos muchísimo espacio. Tardamos unos 7 días hábiles y más que nada porque yo me cansaba mucho por el embarazo.
La intervención del Juzgado de Menores fue la primera colaboración que Rocío hizo con Believe in Art, pero no la única. También participó pintando una bolsita para guardar la mascarilla, junto con otros 24 artistas con las que recaudaron fondos para pintar las Urgencias del Hospital Infantil de Zaragoza. En ella plasmó su estilo, que Rocío define como limpio, al contrario de cómo es ella, según sus propias palabras, ya que se considera “súper desordenada” en muchas cosas.

-¿Cómo fue participar en ese proyecto?
-Bea me volvió a contactar para ofrecerme si quería participar y bueno, claro que si. Nos dio una bolsita azul, con los colores corporativos y me dijo que si queríamos plasmar algo que nos identificara en esa bolsa para ser vendida en La Modateca. Fue muy chulo.
-¿Cómo decidiste el diseño de la bolsa?
-Ahí fue composición total, vi el formato y busqué líneas finas que resaltaran en la bolsa. Coloqué a la chica como cogiendo el corazón de Believe in Art, quería resaltar un poco los elementos, para el diseño no pensé en que tenia que ser para mascarilla, quería que no tuviera nada que ver con covid. Es súper repetitivo, ya sabemos todos que tenemos pandemia y quien guarda la mascarilla allí sabe para qué es.
-¿Piensas seguir colaborando con Believe?
-Si, por supuesto. Ahora por tiempo, es todo súper loco porque mi bebé es muy pequeñito, pero me encantaría y en cuanto pueda lo haré.
-¿Ha cambiado tu visión del arte a raíz de trabajar con Believe in Art?
-No se si ha cambiado, pero sí que me ha sorprendido la intención y que haya tanta gente colaborando. Igual me ha cambiado más la concepción de los artistas positivamente porque en el diseño gráfico la verdad que es todo mucho más competitivo, por lo menos lo que yo he vivido. Believe in Art fue como el broche de oro en descubrir las buenas intenciones en el arte.
-¿Compartes la visión de Believe en cuanto a la influencia positiva que puede desempeñar el arte?
-Totalmente, sí. De hecho, es muy bonito ser participe de eso, de saber que una persona va a entrar a una habitación de hospital o al juzgado y que lo va a sentir más como en casa. Entonces bueno, imagínate la cantidad de cosas que comunica el arte y sí, estoy súper de acuerdo con Believe in Art
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